Ganamos el partido. Estamos en Playoffs. Además, Alex Smith, nuestro ex QB, nos hace un favor y derrota a los Steelers (imbatidos y supuestamente imbatibles hasta el lunes) para acercarnos al seed one de la conferencia. ¿Qué más podemos pedir? Con un equipo como el nuestro: ganar con más contundencia.
La victoria contra Denver no fue sufrida, al menos yo no la percibí así, pero tampoco fue tan clara como muchos podíamos pensar. Denver dio la cara y, ojo, porque aunque muchos vaticinan grades duelos entre Herbert y Mahomes durante los próximos años (contra esos Chargers capaces de estar a punto de ganarnos y de perder 45 – 0 contra los peores Patriots de la era Belichick), para mí el rival divisional a tener en cuenta son estos Broncos: gran defensa, ataque muy joven y lleno de talento. Pero volvamos al domingo: ¿qué le pasó a los Chiefs para que el partido lo ganara Butker? Fácil: un enorme apagón en la Red Zone. Y para muestra basta fijarse en el segundo drive del primer cuarto.
Empezamos en nuestra 25 y en tres jugadas estamos en su 23: pase cortito a Bell que corre para ganar 14 yardas, pase de 18 yardas para Kelce y pase de 20 yardas para Robinson. A partir de ahí, nada: carrerita de Bell para 5 yardas, pase de 1 yarda otra vez para Bell, incompleto para Kelce y a chutar. 3 puntos en vez de 7. Esto no supondría ningún problema si no fuera porque se repitió durante todo el encuentro: cruzamos el campo con solvencia pero nos atascamos en la Red Zone. Tampoco sería preocupante de no ser porque parece la tónica del equipo: los Chiefs son vigesimocuartos en efectividad en la Red Zone (57.45% según Team Rankings). Como ya dijo Chus en su crónica: “los Chiefs son un equipo de fuegos artificiales y a veces los fuegos artificiales se mojan y no son capaces de anotar”. Pues eso: que la “Rose Bowl” que nos marcamos en la Súper Bowl o la “Ferrari Right” del partido contra Panthers están muy bien. Pero a veces lo único que hay que hacer es coger el balón y percutir a la defensa para llegar a la End Zone. Y para eso vino Bell, ¿no?
Pero no todo va a ser malo: la defensa jugó bien. Las dos intercepciones de Mathieu fueron, en mi opinión, decisivas. La primera llega muy pronto, en el primer ataque de los Broncos, y condiciona el juego de Drew Lock para el resto del encuentro. Lock, que llegaba como número uno en Air Yards / Attemp, ya había conectado un pase de 37 yardas para Fant. Dos jugadas después, cuando, medio golpeado, trataba de jugar en profundo otra vez apareció Tyrann que se llevó el balón y las ganas de Lock de lanzar más allá de las 10 yardas (tan solo un pase por encima de las 20 y dos por encima de las 10 – 11 para ser exactos-). La segunda intercepción llega al final, cuando Denver lanzaba su último ataque, y es la que mata el encuentro.
A pesar de todo ganamos el partido, la división y estamos en Playoffs. Sigo creyendo que los Chiefs no están jugando al 100% de sus posibilidades pero no tengo claro hasta cuándo será suficiente. Cada semana pienso que es la última y cada semana encuentran una forma de ganar.
Esta, ha sido con el kicker.