En 1993 se lanzó la emblemática película “Groundhog Day” del director Harold Ramis. En dicha producción, el actor Bill Murray personificaba a un conductor televisivo responsable de dar el pronóstico del tiempo. El meteorólogo (un tío insufrible) es enviado a cubrir el evento anual que ocurre en una región de USA, donde se supone que una marmota es capaz de predecir si el invierno será muy crudo o no. Por alguna circunstancia, dicho personaje queda atrapado en un bucle temporal que lo ve despertar al sonido de la canción “I Got You, Babe” de Sonny&Cher y vivir siempre el mismo día, una y otra vez.
El partido del fin de semana contra Houston nos pilló a todos con el mismo espíritu de siempre; teníamos la “fe del carbonero” de que, más allá de las lesiones en la OL y enfrentarnos a la que puede ser la mejor defensa de la NFL, podíamos alzarnos con la victoria y mantener la esperanza (ahora con mayor fundamento) de llegar a postemporada. Los analistas coincidían en que, frente a este escenario adverso y a la necesidad imperiosa de ganar para sostenernos con vida, la ofensiva debería jugar más con el QB bajo centro, más play action, más bootlegs, más carreras con Hunt y menos carreras en gun, buscar variantes de pases cortos y rápidos…
Entonces viene la primera jugada del primer drive ofensivo
Ganancia de 3 yardas… “I Got You, Babe”.
No sólo eso. Esta es un 2&5 en el siguiente drive (el anterior fue un 3&fuera, con dos carreras en formación gun y un pase incompleto, también en gun):
Créanme, no es la misma foto (fíjense en las yardas), pero es exactamente la misma jugada con el mismo resultado, o peor (no hay ganancia en esta y se termina despejando después de una captura, en formación gun. Por cierto, el video puede verse aqui).
Dos drives y sentimos a Sonny&Cher cantar nuevamente… Estamos viviendo el mismo partido que le hemos visto a la ofensiva todo el año. Una y otra vez.
Andy Reid, en su estilo, gusta de establecer jugadas que le pueden dar múltiples alternativas, pero este año ha abusado de las options; jugadas que no sirven si son ineficientes en establecer la carrera, que es necesaria para “vender” alguna otra ruta (que no la hay). Reid (y Nagy) han insistido hasta niveles irritantes con este tipo de jugadas.
Esta en particular resulta muy simple de defender por parte de Houston. La option es la carrera de Pacheco (¡no Hunt!) o la de Mahomes. Hay una opción de pase al flat con Worthy que es más un check down y no hay alternativa de pase alguna (no hay receptor que corra el slant desde la izquierda); pero lo más llamativo es que Mahomes (sobre todo en la primera jugada) no busca “leer” al DE para determinar la opción y vender la option. En resumen, la defensa sabe que es una corrida por el centro.
Por cierto, esta no es la razón fundamental por la que los Chiefs sumaron su séptima derrota de la temporada, pero es un síntoma de lo que vivimos durante toda la temporada. De hecho, el partido se sintió como un resumen de lo vivido este año.
A partir de la segunda mitad, el equipo entró con nuevos bríos: La ofensiva logró emparejar el marcador, Chris Jones tuvo un partido de aquellos que nos rememoran sus mejores momentos y la defensa brilló durante todo el tercer cuarto, dejando a la ofensiva de Stroud en -2 yardas. Luego, la ofensiva volvió a caer en un pozo (como todo el año) pero el partido derivó a un juego por la posición en el campo. El partido cayó en un momento en que el equipo que tuviera más paciencia se llevaría el encuentro.
Pero acá ocurrió lo inesperado: Andy Reid, en una decisión inexplicable, decide jugarse un 4&1 en su propio territorio (yarda 31), con el partido empatado y con la defensa controlando perfectamente al ataque rival. Una decisión difícil de entender, viniendo de un HC multicampeón, sobre todo porque antes, en un 4&2 en la yarda 20 rival, decidió ir por el gol de campo. Si los puntos se necesitaban tan desesperadamente, ¿Por qué no jugársela en este caso en vez de, potencialmente, entregar el partido en esa decisión (como, efectivamente, ocurrió)?
Es cierto que hubo muchas jugadas dejadas en el campo por parte de los receptores y TEs del equipo (dos drops de Rice en jugadas de 4º down, dos drops de Gray y el infausto drop/intercepción de Kelce que terminó por enterrar toda esperanza), pero muchas de esas jugadas ocurren en situaciones donde el HC no debió poner a sus jugadores.
Lo irónico (y triste) de la situación es que este partido quedará en los anales como el peor partido de Patrick Mahomes en su carrera de QB hasta el momento (42,4% de pases completados, 160 yardas con apenas 4,8 por intento y 3 intercepciones) pero lo cierto es que, de todos los responsables, es el que tiene menos culpa: de sus 33 intentos, nueve fueron pases que sus receptores dejaron caer. Otro reflejo de lo que ha sido el año.
Lo positivo es que Esa Pole tuvo un tremendo debut como LT, un jugador undrafted que jugaba por primera vez en la NFL y que solo permitió una presión a su QB. Y, frente a la salida por lesión de McDuffie, pudimos ver a una dupla que promete mucho en el futuro de KC: Jaylen Watson (si lo renuevan) y Nohl Williams (a pesar de su error en el TD de Woody Marks) debieran ser los CBs titulares el próximo año (si no lo que queda de este).
Hay mucho más que discutir acerca de lo que nos espera en el futuro, pero esa es una tarea que queda en manos de Brett Veach y Andy Reid y que, por supuesto, merece un artículo por sí solo.
Ahora, ¿cuáles son nuestras opciones para clasificar a la postemporada? Por lo pronto, ganar todo lo que nos queda y esperar que los Chargers pierdan contra Eagles (este artículo se escribe antes del MNF), nosotros y alguien más y que los Colts pierdan otros dos partidos. En el papel, todo esto es todavía posible porque:
- Chargers juega contra Eagles, en KC, en Dallas, reciben a Houston y terminan en Denver.
- Colts van a Seattle, reciben a SF, reciben a Jacksonville y van a Houston.
Obviamente, todo parte por ganar nuestros cuatro partidos restantes. Por el momento, solo queda esperar que Andy Reid despierte en un día diferente para los próximos partidos y, de paso, escuchemos algo diferente a “I Got You, Babe”.
Y tengamos un día diferente.
¡Go Chiefs!
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