Estamos en Playoffs y esto obliga a nunca subestimar a nadie, mucho menos cuando el rival en turno tiene sed de triunfo y desea trascender.
Tampoco se trata de caer en pánico y asegurar que ese rival que en el papel es víctima segura dará la sorpresa porque llega en buen momento a enfrentar al campeón defensor de la NFL, pero una cosa es cierta: los Kansas City Chiefs deben aplicarse para superar a unos Cleveland Browns que no tienen nada que perder y sí mucho por ganar.
Agradezco a mis amigos de Chiefs España por la invitación a escribir y compartir con ellos y quienes se animen a leer estas líneas la pasión que tenemos por los Chiefs y antes de arrancarme, debo confesar que tengo muchas ganas de llamarle “Jefes” a ese equipo de Kansas City y debo decirles por qué.
A grandes rasgos, la NFL se sigue puntualmente en México desde los años 60 y en esa época, se solía traducir al idioma español prácticamente todo lo que llegara del extranjero, porque una ley (aún vigente, pero ya prácticamente en desuso) así lo exigía y aparte, el mundo no era tan global y conectado como lo es ahora, entonces, a los equipos de la NFL se les conoció más por su nombre en el lenguaje de Cervantes: Chiefs-Jefes, Steelers-Acereros, Cowboys-Vaqueros, Dolphins-Delfines, etc.
No es que quien haya conocido a la NFL en México de esa forma sea un necio por traducir los nombres propios de varios equipos, la traducción, mientras sea precisa, es aceptada y aunque seguramente ustedes dirán, “este hombre no puede estar más equivocado”, lo siento. De repente diré el nombre de algún equipo en español porque en mi espacio de trabajo no tengo permitido hacerlo.
No me odien por eso. Mejor evalúenme por la sustancia.
Les decía, los Chiefs deben estar conscientes de que ante los Browns (por si se lo preguntan, sí, acá en México los conocimos como “Cafés”) tendrán que lidiar con el problema que, quizá, menor querían atender en su debut en Playoffs: enfrentar a un poderoso y versátil ataque terrestre encabezado por Nick Chubb y el molesto, indignado y ofendido con los Jefes, Kareem Hunt (como si la franquicia le hubiera dicho, “patea a alguna mujer que te acompañe cuando esté en el piso”).
Los Chiefs son lo que son y eso es un mal equipo defensivo que suele fallar varias tacleadas cuando le corren y que terminó como el 21 contra la carrera (122.1 yardas permitidas por esa vía por juego) y que permite 4.5 yardas por carrera, es decir, si un corredor consigue avanzar esa distancia en primera oportunidad (down), el trabajo del quarterback rival se facilita notablemente.
En ese renglón, Baker Mayfield ya no es el de antes. Es un quarterback centrado en su personalidad y más concentrado en su desempeño, ya no es aquél pasador impulsivo que vimos hasta 2019 y seguro sabrá cómo explotar el beneficio de tener en el backfield a Chubb y/o a Hunt. Así lo ha hecho en 2020 y su plan de juego no tendría por qué cambiar drásticamente en el Arrowhead Stadium.
Al ser los Jefes un equipo medianamente bueno a la defensiva, hay que considerar que Patrick Mahomes y compañía pueden sentirse un poco obligados a anotar con frecuencia, aspecto en el que no fueron del todo fluidos en el último mes de la temporada regular.
Sin embargo, el potencial y el talento están allí y los Jefes han explotado esas cualidades en otras ocasiones, por eso es que debemos darles el beneficio de la duda en esta Postemporada, pese a cerrar con algunas dudas el calendario regular.
Además, y lo sabemos todos en el ChiefsKingdom, Andy Reid suele hacer de las suyas cuando tiene más de una semana para preparar un juego y seguro tiene un plan en manos para hacer que esas dudas que surgieron en diciembre, se conviertan en esperanza e ilusión en enero.
Agradezco se hayan tomado el tiempo de leer este texto y sobre todo, la invitación.
Y no resta más que decir: ‘¡How’bout those, Jefes!”.