Los fans de la NFL se dividen en dos grandes grupos: los que sobrerreaccionan tras la week 1 y los que no. Yo, que soy de los que prefieren vivir la vida como si fuera una montaña rusa, evidentemente voy a sobre reaccionar. Ahí voy:
Chris Jones no debería volver el año que viene. Ahora que, tras el drama, Jones por fin ha firmado lo que parece ser su contrato de despedida, tengo la sensación (fijaos lo rápido que cambio de opinión de un artículo a otro) de que su presencia no es tan determinante. La defensa funcionó muy bien sin él: tan solo permitió 14 puntos a un ataque, el de los Lions, que la temporada pasada fue el 5º más anotador de la liga. En la línea, Karlaftis dio un enorme paso al frente y Danna no se quedó atrás. En la secundaria, McDuffie empieza a perfilarse como jugador importante. Y Bolton siempre es un seguro. Con esto, la defensa estaría lista. Bye, Mr. Jones!
Muchos receptores, ninguno decente. ¡Wow, Andy Reid con siete receptores, la que puede liar! El problema llega cuando ninguno de ellos es capaz de hacer lo más básico: recibir. Lo del jueves fue desastroso: incapaces de generar separación, corriendo rutas en las que se estorbaban unos a otros (ya no da tanta risa esa última jugada de los Raiders, ¿eh?) y dejando caer una cantidad de balones indecente. Todo lo que no nos gastemos en Jones deberíamos invertirlo en un receptor top. Mahomes no puede seguir pasándole a esta gente. Ni siquiera él pudo hacer que jugaran bien.
¿Y si el bueno era Bienemy? Salvo en ese drive mágico en el que con tres pases nos plantamos en la end zone, el ataque no fluyó. Muchos echarán la culpa a los receptores, ok. Pero el playcall tampoco ayudó. Esa fantasía en un 3&1 decisivo, menos. A lo mejor el que cantaba las jugadas buenas era el bueno de Eric.
Así no ganamos la división. Los Chargers jugaron un partidazo contra los Dolphins y solo un enorme Hill los separó de la victoria. Los Rairders y los Broncos parecen mejores (esto era fácil que ocurriera). Si jugamos como el jueves, vamos a estar muy lejos de nuestro tradicional paseo divisional. Y en una AFC cargada de aspirantes a todo (lo siguen siendo a pesar de las derrotas de muchos de ellos), puede que también de los playoffs.
Hasta aquí la sobrerreacción.
Ahora viene mi parte racional, la que intentó con mucha fuerza convertirme en ingeniero y no lo consiguió, a decirme que el partido lo gana Detroit por un fake punt que el 99.9% de los equipos no se jugaría y por un drop, el último de Toney, que el 99.9% de las veces no sucedería. Y que es muy probable que este artículo envejezca fatal y que tras la week 2 mi opinión vuelva a cambiar.