Estoy consciente. Sucedió ya hace varios días, la emoción ya bajó de intensidad y el enfoque está en el Juego de Campeonato de la AFC.
Cuando Chad Henne saltó al campo para suplir a Patrick Mahomes, estoy seguro que varios aficionados de los Kansas City Chiefs no sabían si estaban nerviosos por lo complicado que se puso el juego de Ronda Divisional ante los Cleveland Browns o si la hiperventilación era por l forma en que nuestro Señor y Salvador San Patrick Mahomes dejó el partido.
Como sea, cuando la transmisión comenzó a pasar imágenes de Henne con su jersey número 4, mi reacción fue, “Ese número se me hace familiar”.
Ver a Henne en el campo me hizo recordar a Steve Fuller, quien hace 41 años llegó a los Chiefs con la tarea de regresar a la franquicia a la gloria que había alcanzado una década antes con la conquista del Súper Bowl IV.
Fuller reclutado en la primera ronda del draft de 1979 con la selección global 23.
Ese año, Mike Livingston, veterano pasador que inició su carrera a finales de los 60 y fue quien tomó el lugar del legendario Len Dawson, inició la temporada regular como titular, pero semanas más tarde, Fuller tomó su lugar.
El futuro había llegado para los Chiefs.
Fuller debutó como titular en la Semana 3 ante los entonces Petroleros de Houston (Oilers, si gustan), actuales Tennessee Titans y perdió en un juego en el que sufrió cuatro intercepciones. Algo normal para un novato.
Fuller se recuperó y ganó sus siguientes tres partidos y terminó esa campaña con marca de 6-6 como titular.
En 1980, inició la campaña como titular, pero los resultados no fueron mejores. Perdió sus primeros cuatro juegos, ganó los siguientes cuatro en fila y luego alternó victorias y derrotas para terminar con récord de 6-7 y para 1981, perdió la titularidad con Bill Kenney.
Fuller no convenció a los Chiefs y en las siguientes dos temporadas, sólo inició seis juegos más, de los que sólo ganó uno.
El número 4 que había sido reclutado con la misión de volver a los Jefes contendientes, había defraudado a la franquicia y a sus aficionados.
En 1983, los Chiefs lo intentaron de nuevo y tomaron en la primera ronda del draft que más talento ha ofrecido en la posición de quarterback a un pasador llamado Todd Blackedge, quien también resultó un fracaso. Recuerden que en ese draft, Kansas City pudo tomar a Dan Marino.
En fin. Cuando Henne saltó al campo del Arrowhead Stadium ante los Browns, su número 4 me provocó escalofríos. No pueden culparme, el momento del partido y décadas de frustraciones aún provocan esas sensaciones.
Henne hizo su trabajo, sin olvidar que cometió un grave error con su intercepción (algo normal para un QB suplente que entra prácticamente frío a un juego), pero una vez que corrió esas 13 yardas en tercera y 14 y luego lanzó el pase a Tyreek Hill en cuarta y pulgadas en una situación de ENORME presión, Henne hizo que nuestras alarmas volvieran a nuestros cuerpos.
Y en mi caso, hizo que guardáramos un agradable recuerdo del número 4 en el jersey de los Chiefs.
En un sentido, Henne reivindicó al jersey número 4 en la historia de los Chiefs.
Agradezco de nueva cuenta la invitación de escribir para Chiefs España.