Algo parecido al “Juego, set y partido” característico del tenis podríamos haber dicho cuando los Chiefs vencieron con suficiencia a los Steelers para asegurarse su 6ª temporada consecutiva dominando la AFC Oeste. Pero dejadme antes que explote este símil. Porque de verdad que encuentro parecidos entre el tenis y el football americano, ambos son deportes discontinuos dentro de la discontinuidad. Me explico. Discontinuos en primera instancia porque tienen múltiples parones televisivos entre sets o drives que pueden desconectar al espectador y discontinuos en segundaporque cada saque o cada snap es una jugada aislada del resto. Por ejemplo, nuestro fútbol o el ciclismo serían continuos dentro de la continuidad porque no hay parones en el juego y el baloncesto o el hockey serían continuos dentro de la discontinuidad con tanto tiempo muerto.
No os doy más la turra con esta pedrada mía que algún día desarrollaré con más calma. Lo que sí estoy seguro de que no se parece en nada es el sistema de puntuación del tenis y del football. Punto a punto y juego a juego en uno, anotación a anotación en el otro. Pero anoche, cuando algún espectador despistado le prestó atención al Chiefs-Steelers se debió encontrar con un 30-0 favorable para los locales (jugábamos en Arrowhead) más propio de un juego del tenis que de la NFL.
Y s i llevamos dos párrafos sin prestarle mucha atención al partido es porque tuvo bastante poca gracia. Es más hasta me fui a dormir al descanso totalmente relajado y confiado de que nos llevábamos la victoria tras dejar en cero puntos al descanso al nada temible ataque de los Steelers, este fue la absoluta nada. Su línea ofensiva no abre huecos para un Najee Harris que no acelera y que no está transmitiendo en la NFL toda la potencia que sí mostraba en Alabama. De Big Ben ya sabemos que se mueve menos que un maniquí y en el partido dio absoluta lástima cuando intentaba lanzar en movimiento, sus piernas no le responden. Solo un par de recepciones casi imposibles de Chase Claypool permitieron sumar algunas yardas a ese ataque que acabaría topándose con un field goal fallado para irse de vacío al descanso.
El ataque de los Chiefs sí que no dudó en ningún momento. En el 1T se movieron las cadenas con mucha suficiencia consiguiendo llegar a rango de FG en todos los cinco drives que tuvo Mahomes con la pelota en las manos. El producción tras estas series ofensivas iniciales fue de 3 TDs y de 1 FG, 23-0 al descanso y porque el nuevo kicker (Butker, vacúnate, macho) Elliot Fry se dejo 4 puntos en un día muy ventoso en Kansas City. Lo bueno es que estos drives fueron muy consistentes y quitaron mucho tiempo del reloj ahogando poco a poco a la defensa de los Steelers. En estos primeros drives destacó Byron Pringle que acabó el partido con 6 recepciones, 65 yardas y 2TDs como el mejor receptor de los Chiefs. Pero sobre todo lo hicieron Mahomes y nuestra línea ofensiva. Mahomes dejó 4/5 pases propios de la máxima élite de la liga sin arriesgar apenas la posesión gracias a una OL que le dio muchísimo tiempo para lanzar cuajando así uno de sus mejores partidos de la temporada como unidad. Como ejemplo, el TD de Pringle en el que Mahomes deja un side arm precioso tras una gran protección de pase. Y todo esto, no lo olvidemos, sin la participación en el partido de la mayor amenaza del ataque de los Chiefs, Travis Kelce.
En la segunda parte y con todo decido, pasaron menos cosas en ataque aunque la defensa siguió dominando. Primero con Mathieu recuperando un balón que le cayó incomprensiblemente de las manos a Diontae Johson y después con Wharton forzando el fumble en una jugada en la que quedaron nuevamente retratadas las carencias físicas de Big Ben. Con ningún apuro en el marcador, los Chiefs se dedicaron a correr y castigaron a una defensa de los Steelers que viene sufriendo mucho contra la carrera. De 5 en 5 yardas, pero los Chiefs dominaron el partido sin arriesgar la posesión y con un Frank Gore pidiendo más oportunidades a base de buenas jugadas. Quizás las tenga porque Edwards-Helaire salió lesionado de la clavícula en un partido en que abrió el mismo el marcador en un TD de carrera tras aguantar el choque del LB de los Steelers. Al final salió Chad Henne que acabó con más snaps dropados (2) que pases intentados (0).
No nos hubiésemos imaginado nunca que los Chiefs iban a encadenar 8 victorias seguidas tras un 3-4 de récord para iniciar la temporada. Los dos puntos principales que hay que destacar de la mejora del equipo son la reducción del número de pérdidas de balón que tanto lastraron al ataque y la subida de nivel de la línea defensiva tras la incorporación de Melvin Ingram. Ahora ya tenemos asegurada la división y un partido de ventaja en la lucha por el seed #1 en la AFC.