Por si alguien no se ha enterado todavía, el domingo se confirmó lo que todos ya sabíamos. Después de varias semanas de rumores ya es officially oficial: Taylor y Travis están juntitos. La super estrella estuvo el domingo en el palco VIP del equipo y celebró cada touchdown, sobre todo el de su chico, como si llevara toda la vida siendo de los Chiefs. No solo eso, es que a su lado estaba la, ya también super estrella, mamá Kelce. Notición. Quizá esto fue lo más importante que ocurrió.
Pero como aquí suelo escribir sobre NFL, voy a comentar lo que pasó en el campo para justificar un poco el cotilleo inicial.
La defensa pasó inadvertida durante todo el partido. Ojo, no es una crítica, estuvo estelar: 10 puntos permitidos y solo cuando todo estaba ya más que decidido. Pero hay que reconocer que gran parte de este éxito es demérito del ataque de Chicago que solo logró acercarse a la red zone en dos ocasiones y rara vez superaron el centro del campo en el resto de sus drives. A los Bears no les salió absolutamente nada y los chicos de Spagnuolo tampoco tuvieron que esforzarse demasiado.
El ataque por fin brilló: 41 puntos en dos cuartos y medio. Podrían haber sido 70, pero lo verdaderamente elegante no es arrodillarse y no chutar un último field goal: es dejar de jugar cuando ya no hay nada en juego. Variedad de jugadas, equilibrio pase-carrera, buena protección a Mahomes, Kelce a pleno rendimiento… Esto sí es lo que esperábamos ver a principio de temporada. En cuanto a los receptores, parece que los snaps van poniendo a cada uno en su sitio: Moroe cada vez tiene más presencia, 65% de los snaps, y a Rice se le está poniendo carita de WR2 (una lástima que se quedara, dos veces, sin anotar por unas pocas pulgadas).
Y si esta victoria nos deja buenas sensaciones, los resultados de la división hacen que sean mucho mejores. Chargers gana, pero se queda sin equipo; los Broncos de Peyton se parecen mucho a los Broncos de siempre y los Raiders, con Jimmy G. en el concussion protocol, vuelven a esta en líos.
Ahora nos toca visitar a los Jets en un partido que a principio de temporada parecía duro (en mi pronóstico lo tengo como derrota) pero que ahora, sin Rodgers, puede ser otra oportunidad de seguir engrasando la máquina. Y de que los swifties se suban al carro de un equipo ganador.