Es un trayecto de poco más de 2 horas en el que estoy ahora mismo volviendo de Múnich con destino Madrid y puesto a que soy una persona incapaz de dormir en este tipo de trayectos, quiero inaugurarme en la escritura para esta maravillosa comunidad.
Llegué el viernes a Múnich con 3 amigos a los que a ninguno le gusta la NFL pero sí viajar y apuntarse a cualquier cosa que conlleve ocio, turismo y cachondeo (sobretodo por lo último) y con muchos planes que hacer y con mucha gente a la que quería ver y conocer.
Emprendemos el viaje con lo más típico de la ciudad bávara: Cerveza, pretzels y salchichas de varias formas y maneras durante varias horas y mis amigos estaban alucinados porque daba igual la taberna, plaza o lugar, que había alguien con algo de la NFL. Desde una camiseta de Brady (lo más visto), la de Russell Wilson en Seattle y Mahomes, eran las 3 más comunes. Muchas de Gronkowski en Tampa y de Brady en Patriots. Pero si no eran camisetas, era una sudadera, una gorra, unos guantes, un gorro, alguien llevaba algo independientemente de la nacionalidad de esa persona.
Si obviamente en pleno día, en el centro de Múnich en estas fechas podía ser hasta algo normal, nos aventuramos a ir a una zona de distintos garitos y pub’s llamada Kultfabrik, hay garitos de todo tipo para todas las edades y gustos musicales. Bueno pues hasta en un garito con 2×1 en gintonics a las 2 de la madrugada había alguna persona con algo de merchandising de NFL.
Lo que más le sorprendió a uno de mis amigos no era ver tanta gente con alguna seña de identidad de la franquicia a la que apoyan, si no ver que había una gran mayoría de norteamericanos en la ciudad que iban a entrar al Allianz Arena a ver el partido y que el resto de la gente (como yo) habían ido solo a celebrar la NFL en Europa. Mi sensación era que el partido era “lo de menos”. Obviamente el efecto Brady genera muchísimo movimiento, pero creo que si no hubiera ido Brady, las sensaciones no hubieran sido muy distintas y esa es la mejor noticia.
He hablado con mucho seguidor y seguidora (que gran noticia que haya tanta fan a la NFL) de varias nacionalidades y todos tienen su pequeña historia de por qué llevan un gorro de los Cowboys, una camiseta de Michael Thomas o una de Randy Moss en los Vikings.
De rebote y casualidad total, acabé viendo el partido de Múnich en una taberna que se entraba por la entrada principal de las oficinas de una entidad bancaria y resultaba ser la peña de los Chiefs en Múnich. Si lo llego a intentar, no lo consigo, seguro. Imaginaros que cuando por la mañana me enfundo mi camiseta de Mahomes en una ciudad abrumada por “Brady – 12” pensaba que iba a desentonar pero acabé siendo uno más.
Para ser socio de esa peña y poder ver los partidos de Kansas ahí, tienes que pagar una cuota para reservar tu sitio. Hablé con varios de los organizadores haciendo referencia a esta maravillosa comunidad de Chiefs España y se quedaron con mi correo electrónico para próximas ocasiones. Aún así, tuve que buscarme otro lugar donde ver el partido de Chiefs contra los Jaguars o, al menos, donde pusieran RedZone y, por si dudabais, lo encontré. Una taberna con muchas teles con NFL, F1 y un Juventus – Lazio. Al terminar la primera tanda de partidos de RedZone salí de esa taberna con una felicidad provocada a partes iguales por la cerveza y por haber vivido un rato de NFL con gente de distintos puntos del planeta celebrando el fútbol americano, que ojalá algún día ese sentir llegue a España.
Si en los próximos años se crea una fanbase de la NFL (y esperemos que sobre todo de Chiefs) con el entusiasmo que lo han vivido en Múnich, con nuestra cultura deportiva y gastronomía, va a haber muchas franquicias envidiando a Chicago y Miami.
Por rematar, el sábado con un amigo acabé en un bar de lo más acogedor en una terraza techada con estufas y se acercó a pedirme fuego (soy fumador, algún defecto tenía que tener) un hombre con una camiseta de Seattle con el 3 de Wilson y como tantas conversaciones empiezan con un mechero, me preguntó que si estaba allí por la NFL y cual era mi equipo y le enseñé mi fondo de pantalla con Mahomes, a lo que el tío emocionado me dijo que es su jugador favorito en la actualidad y que sabe que el año que viene con una altísima probabilidad van a ir los Chiefs a Alemania. Pero no a Múnich, si no a Frankfurt así que chicos… Empecemos a ahorrar.