Los Commanders remontaron 18 puntos a los “renacidos” Broncos de Sean Payton y a esa defensa que todos los años parece temible pero luego no lo es tanto. Lo hicieron con Sam Howell como QB y con un cuerpo de receptores normalito. Ah, y con Eric Bienemy cantando las jugadas. Si alguien leyó el 3&15 de la semana pasada ya sabe por dónde voy.
La victoria de esta semana sigue despertando las mismas dudas que la derrota ante Lions. El ataque todavía no funciona y ni siquiera la vuelta de Kelce sirvió para engrasar una maquinaria que fue a tirones durante todo el partido: tras un pase bueno llegaba otro que acababa con el drive. Intercepción, un poquito fea, incluida. ¿Algo positivo? Toney y Moore parece que recuperaron sensaciones. Y Mahomes no fue el mejor running back del equipo.
Lo de Jawan Taylor ya se ha comentado mucho y por eso voy a comentarlo yo también. Eso sí, solo voy a decir una cosa: se veía venir. Después de la polémica que generó la semana pasada estaba claro que en esta jornada los árbitros lo iban a mirar con lupa. Y así fue. Querido Jawan, ahora estás en un equipo que juega en prime time: ¡vigila tu salida!
Al otro lado del balón todo fue muy distinto. Este año tenemos una defensa que gana partidos. Porque no nos engañemos, el partido lo gana la defensa. Karlaftis y Danna mantuvieron las buenas sensaciones de la semana pasada. La secundaria, con un McDuffie estelar (cada vez me gusta más este jugador), aguantó a los receptores de los Jaguars en momentos clave. Y Chris Jones volvió para hacer de Chris Jones. El resultado: cero touchdowns permitidos.
Este fin de semana volvemos a casa para vernos la caras con los Bears. A priori parece un buen partido para que las cosas salgan bien y todos nos ilusionemos un poquito más con el equipo. Para que volvamos colocarlo como lo que es: uno de los favoritos a ganar, de nuevo, la Super Bowl.
De momento mi opinión solo ha cambiado, otra vez, en una cosa: Chris Jones vale cada euro que pida en su renovación.