Tras 18 semanas consecutivas con Scott Hanson amenizando nuestras tardes de domingo con el Redzone, ese programa que dirige tan magistralmente, los Kansas City Chiefs y los Pittsburgh Steelers le hicieron un pequeño homenaje al Puntzone. Ese apodo que Hanson utiliza para referirse a los partidos que salen poco en el multi del carrusel por la incapacidad de los ataques de poner puntos en el marcador. Pues a eso se dedicaron Chiefs y Steelers en un 1Q que se saldó con la friolera de cero puntos, 7 punts y una intercepción de Mahomes.
5-4-4-5-4-1-7-11. No, no son las notas de un examen, empezando por los Steelers, ese fue el número de jugadas en cada drive durante el primer cuarto de hora de football. Ningún equipo consiguió imponer su plan ofensivo e incluso los Chiefs desaprovecharon con esa intercepción una gran posición de campo conseguida por Hardman en un retorno. Que todo hay que decirlo, Hardman ha tenido muchos problemas de inconsistencia y fumbles en retornos, pero ayer estuvo enorme en esta faceta con 23.3 yardas de promedio en tres retornos de punt. Parecía imposible poner mover las cadenas porque ambos puss-rush se estaban imponiendo con facilidad. TJ Watt por parte de los Steelers y la DL en general de los Chiefs se ganaron la partidas a las OL rivales y cortocircuitaban cualquier atisbo de progresión. La defensa de los Chiefs dejó un partido sólido, constante y contundente; una versión muy mejorada de esa defensa oportunista que nos llevó al anillo.
El plan de Pittsburgh en ataque no fue gran cosa. En el juego de carrera no pudieron rascar nada ante la disciplina en los placajes de los Chiefs y a las dudas físicas con las que llegaba su RB rookie Najee Harris. Su juego aéreo es muy limitado por las pésimas condiciones físicas de Big Ben que, en su última campanada, lanzó varios balones por fuera de los números para que sus receptores se trabajaran las recepciones. Pero la secundaria de los Chiefs, liderada por Charvarius Ward, ganó casi todos estos balones 50/50 que en otros días, como el de los Bengals de Burrow, habían caído en contra.
La defensa dejó a cero al ataque de los Steelers en la primera media hora, pero TJ Watt puso un TD defensivo que abría el marcador y ponía a los Steelers por delante. Un error por partida doble de Darrell Williams al que se le escapó dos veces el balón en una jugada donde Hardman hizo de QB desde el wildcat. Una trick play que costó demasiado cara a los Chiefs. Los primeros 20 minutos del ataque nos recordaron al del inicio de temporada: poca producción y demasiadas pérdidas.
Todo cambió en un 2Q de absoluta explosión ofensiva. Mahomes se puso la capa de líder del equipo, la OL empezó a aguantar a un pass rush de los Steelers que se agotaba poco a poco por el nulo aguante de su ataque sobre el emparrillado. McKinnon, Byron Pringle y Travis Kelce pusieron en el marcador los TD que daban una ventaja muy cómoda (21-7) a los Chiefs al descanso. A destacar el de Travis Kelce que atrapó un pase para 48 yardas en un 3&20 dentro de los últimos segundos del 2Q. Era media sentencia.
La dinámica del partido se mantuvo en el segundo tiempo. Los Steelers seguían sin capacidad de respuesta en ataque y perdiendo fuelle progresivamente en defensa. Esto ayudó a que dos skill players de los Chiefs dejaran un muy buen partido. Por una parte, Jerick McKinnon rindió estelarmente en ambos juegos de pase y de carrera combinando para más de 150 yardas y cubriendo de lujo las bajas por lesión de los dos RBs que tiene por delante en el deep chart: Edwards-Helaire y Williams. Por otra, DeMarcus Robinson que se fue hasta las 75 yardas de recepción en uno de sus mejores partidos de la temporada. Es fundamental la participación de los receptores secundarios que tanto se ha necesitado cuando Kelce y Hill recibían dobles marcajes.
Con el partido ganado y el ataque dominando, Andy Reid abrió todo el playbook para sacar un par de trick plays que hicieran disfrutar a todos los presentes en Arrowhead. Primero un TD de Nick Allegretti en una jugada donde la recepción queda en un segundo plano porque antes había destrozado por completo a TJ Watt y que recordará para siempre. Incluso mejor fue la gran celebración con sus compas de la OL, un grupete de nuevos amigos pero con poder y fuerza para aplastar a quien se ponga por delante. La segunda fue la que Travis Kelce recibió directamente el snap para, tras una especie de RPO con Hill en el backfield, lanzar el pase que Pringle recibiría con facilidad para el TD.
La paliza en el juego fue incluso mayor que en un resultado que maquillaron un poco los Steelers con todo ya decido. Una fin de semana de Wildcard cargado de victorias apabullantes que nos sirven para sacar pocas conclusiones de cara la ronda Divisional. Antes del partido ya sabíamos que el favoritismo de los Chiefs no iba a subir ni con una paliza de este estilo frente a unos Steelers que ellos mismos nos recordaban lo inferiores que eran. Casi lo mismo aplica para los Bills, nuestros próximos rivales, que frente a un rival más competente como los Patriots pusieron todo en el asador para apabullarlos en ambos lados del balón. Los Chiefs están a un partido de meterse en su 4º partido de campeonato de la AFC consecutivo y eso tiene un mérito enorme. Celebrémoslo.