La NFL es quizá la única competición deportiva en la que todo lo que escribes una semana tienes que tragártelo una semana después. En la que basta una buena defensa sobre Travis Kelce para pasar de ser el mejor equipo de la NFL, como dije la semana pasada (porque, ojo, la semana pasada lo éramos), a perder un partido que, digámoslo cuanto antes, dio un poquito de vergüenza. Por eso es tan jodida. Por eso nos gusta tanto.
Si el anterior encuentro contra Broncos se podía resumir con ese fake field goal fallado, muestra de que las distancias cortas no son lo nuestro, en este hay otra jugada que lo define: Mahomes chocando con uno de sus líneas mientras corre por su vida. Él no tuvo su mejor día, pero eso sabemos que tiene arreglo. Lo que cada vez es más preocupante, y parece más difícil de arreglar, es la poca ayuda que tiene por parte del resto de la ofensiva. Y de la banda.
9 puntos. 3 field goals fue lo único que el ataque de Kansas City produjo en todo el partido. Ni un solo touchdown en toda la tarde. Un solo touchdown en los dos partidos contra Denver. Ahora mismo las defensas de toda la liga se están relamiendo mientras ven el tape de estos dos partidos: ya saben cómo parar lo poquito que nos funcionaba. Volvieron los drops, las intercepciones y esa desesperación de aguantar en el pocket sin encontrar a nadie abierto.
Y aquí viene la duda: ¿nuestro cuerpo de receptores es muy malo o está mal aprovechado? Que no era top ya lo sabíamos antes de empezar la temporada, pero lo que estamos viendo está muy por debajo de lo poco que esperábamos. Toney no se va a convertir en WR1, los rookies no terminan de explotar y Justin Ross no es ese milagro que todos queríamos que fuera. ¿Nadie vio venir esto? Las jugadas no funcionan, las cadenas no se mueven y los terceros downs cada vez son más largos y hay que salvarlos con milagros. Y los cortos… esos ni con milagros ni con fantasías los salvamos. ¿Nadie en la banda va a cambiar nada? Sin saber yo mucho de esto, parece evidente que algo hay que cambiar.
Con un récord de 6-2 y muchas dudas, toca ir a Frankfurt para vernos las caras con uno de los ataques más explosivos de la liga. El de los Dolphins era uno de esos partidos que, a principio de temporada, se podía perder. Pero después de dejar escapar uno de los que había que ganar, esa ya no es la mejor opción. Sobre todo, porque después del viaje y la semanita de bye, el calendario se pone un poco más complicado. ¿Tenemos ataque para competir con los cocos de la liga? ¿Tenemos equipo para seguir siendo uno de ellos?