Con algo más de dos minutos para terminar el partido y el balón en las manos de Mahomes lo más normal era ganar. Era, en pasado. Porque desde hace un tiempo los dos últimos cuartos se nos atragantan. Estos no fueron la excepción.
Lo publicaba Warren Sharp: la última vez que los Chiefs anotaron en una segunda parte fue el 22 de octubre. Hoy es 22 de noviembre. Vale, hay una semana de bye en medio, pero es mucho tiempo. ¿Una mala racha? Ari Meirov apuntala la sensación de que el problema es más grande: somos el equipo de la NFL que menos puntos ha anotado en una segunda parte en los 10 partidos que ha jugado. Solo 5.8. Son muy pocos puntos.
Podemos hablar de los receptores. Podemos hablar de los drops y de las penalizaciones. Podemos hablar de muchas cosas, pero hay que hablar de los ajustes: esos que tras el halftime nos dieron un anillo en febrero parece que ya no funcionan. Se aparcó bastante la carrera, se empezó a pasar sin mucho éxito y poco a poco el ataque desapareció. Una vez más.
Y luego está el último drive. Ese que antes era para asegurar la victoria. ¿De verdad viendo cómo estaban los receptores había que intentar cruzar el campo con pases largos? Que sí, que MVS deja caer un balón que era touchdown, pero es que ya se le habían caído unos cuantos en el partido. Que vale, que a Watson le pasa entre las manos el pase desesperado del cuarta e infinito, pero es que no era el primero. Que ok, que mola ganarle a tu rival por el anillo con un highlight, pero es que no lo estás consiguiendo. Con más de un minuto y medio por jugar y un tiempo muerto… ¿no había otra cosa que intentar?
A pesar de la derrota nos siguen viendo como contenders. Pero los partidos hay que jugarlos enteros y a nosotros parece que ahora mismo se nos hacen largos. Solo espero que todos esos que nos siguen viendo como contenders tengan razón. Y que por fin veamos una segunda parte tan buena como el Imperio Contraataca.