Me desperté con una carrera de Pacheco para touchdown y me acosté con otra de Mahomes para conseguir el primer down ganador. Entre un momento y otro pasó de todo y no todo positivo. El partido se le hizo largo a los Chiefs. Y yo, que viendo el inicio arrollador pensaba irme a la cama en el descanso con la victoria asegurada, tuve que sufrirlo hasta el final. Vaya mierda de lunes pase.
Mahomes estuvo flojito, y no digo mal porque de él nunca se puede decir que juega mal. Tuvo dos intercepciones feísimas, pero al menos la segunda fue forzando un balón para que Kelce se luciera delante de su nuevo público. La primera sigo sin entenderla. Hubo tramos del partido, muchos, en los que parecía que habíamos intercambiado el QB con los Jets: Wilson jugó tan bien que es el único quaterback que ha tenido mejores números que Mahomes en un enfrentamiento contra él. Todo esto podría ser suficiente para criticarle, pero luego corre 25 yardas para salvar un 3&22 y se pega otra carrerita de 9 yardas en un 3&8 para cerrar el partido. Después sonríe a la grada. Y esa sonrisa hace que sea imposible enfadarse con él.
Con los que sí nos podemos enfadar ya es con los receptores. Tras el pequeño destello de la semana pasada todos volvieron a las andadas. Imposible mover cadenas si no consiguen separación. Imposible que Mahomes confíe en ellos después de tanto drop. Chicago anda regalando a Claypool. Llegados a este punto más vale lo desconocido que todo lo malo conocido que tenemos.
Pero detrás de los receptores hay entrenadores y coordinadores que tampoco aportaron soluciones salvo en momentos puntuales. El playcall del partido no fue el más adecuado, o al menos no lo pareció desde fuera. Y encima tuvimos que sufrir otro 3&1 con Kelce bajo center. ¿Nagy también quiere que brille? Por cierto, ya no soy el único que piensa que quizá Bieniemy era el bueno: Dov Kleiman está en mi barco. Y los Eagles los sufrieron.
A pesar de todo el partido se gana. Bueno, mejor dicho, lo pierden los Jets. Y lo hacen mucho antes del fumble de Zach Wilson. Quedaban unos 30 segundos para terminar el segundo cuarto, 20 – 12 favorable a los Chiefs, 4&1 en nuestra 34. Deciden chutar el field goal. Y fallan. El problema no es fallar: es tomar la decisión más lógica. Porque ante los Chiefs, incluso ante su peor versión, la lógica no suele ser suficiente. Lo dijo Rubén Ibeas en la retransmisión de Movistar +: contra los Chiefs hay que arriesgar. Recordad cómo nos ganaron los Lions.
Sigo teniendo dudas con el quipo, pero al menos este partido me ha dejado clara una cosa: la próxima vez que alguien no se juegue un 4&1 me iré a dormir.