Mahomes no puede tener este ataque. El equipo no está construido para jugar como está jugando. Anotando tan pocos puntos es imposible seguir ganando. Con partidos así no vamos a llegar a ninguna parte…
Estas, y otras bastante parecidas, son las afirmaciones que hasta hoy definen nuestra temporada. La sensación es que estamos muy, muy lejos del nivel que se espera de un equipo aspirante al título. Pero todo es cuestión de expectativas: con Mahomes en el campo queremos victorias, pero, también, fuegos artificiales. ¿Y si este año hay que ganar de otra manera?
La NFL destruye pronto todo lo que funciona. Los equipos te estudian y en pocas jornadas convierten en debilidad todo lo que el tape haya mostrado como fortaleza. Cortaron nuestro juego profundo colocando cada vez más gente en cobertura y hubo que ganar en las zonas intermedias. Ahora, por muchas circunstancias, han anulado casi por completo nuestro ataque. Habrá que ganar desde el otro lado del balón. Justo lo que estamos haciendo.
Nuestra defensa siempre ha sido oportunista: le bastaba con devolver la posesión un par de veces al ataque para asegurar la victoria. Si miramos las estadísticas corroboramos la sensación: desde 2020 siempre ha estado en la parte media, tirando a baja, en la tabla de DVOA (según FTNfantasy) y lo mismo en yardas permitidas por jugada y puntos permitidos por partido (según TeamRankings). El desequilibrio entre ataque y defensa era evidente. Por poner un ejemplo, el año pasado nuestro ataque era el primero en DVOA y nuestra defensa la 14. Este año la defensa es la tercera. Y el ataque el sexto. Nunca ha habido tanto balance en el equipo. Pero no estamos acostumbrados a eso. Echamos de menos la magia de Mahomes. Pero la magia, este año, está en otro sitio.
¿Era este el plan al principio de la temporada? No lo creo. ¿Es lo que hay que hacer tal y como se está desarrollando? Pienso que sí: en esta liga o te adaptas o te matan. Es complicado decir esto teniendo el QB que tenemos, pero a lo mejor este año tenemos que acostumbrarnos a que el ataque sea el oportunista. A que en vez de jugar a anotar uno más que el rival, lo hagamos intentando que meta uno menos.