Aún recuerdo cuando jugar contra los Denver Broncos suponía una auténtica paliza. Aún recuerdo cuando los Chiefs jugaban contra Denver y se jugaba quién ganaría la AFC Oeste, casi siempre ganaba Denver y de auténtica paliza. Pero los días de Peytonn Manning acabaron. Los Denver Broncos no son ni de lejos aquellos Broncos ganadores de la SuperBowl 50 o aquellos Broncos que perdieron la SuperBowl 48 con ese maravilloso ataque que, aunque no pudo con la Legion of Boom, arrasó a todo aquel que se le enfrentaba.
Los Broncos son ahora un equipo que encara su 15ª reconstrucción desde 2016. Después de despedir a una gran mente defensiva como era Vic Fangio y el invento de Nathaniel Hackett, los Broncos sacaron de su jubilación a Sean Peyton. Sean Peyton se pegó la calentada en agosto cuando afirmó que su predecesor había hecho el peor trabajo de coaching que él había visto. La realidad es que los Broncos llevan una victoria menos este año (llevan 16 partidos contra los Chiefs perdidos seguidos igualando la racha más larga entre equipos)y que están empezando a cambiar hasta el utillero por picks para esta nueva reconstrucción.
Este partido continuó con la dinámica de los 5 anteriores para nuestros amados Chiefs. Una defensa maravillosa, con un Chris Jones que se está ganando la renovación, y un ataque que sigue arrastrando el problema de los receptores aunque nuestro Travis Kelce consiguió 124 yardas de recepción. Aunque creo que hay ciertos brotes verdes en el nombre de Rashee Rice, sus 72 yardas me dan la esperanza de que su conexión con Mahomes va cuajando y que va a empezar a tener el rol de WR1 que todos estamos deseando que alguno de nuestros receptores tenga.
El partido fue controlado por los Chiefs de principio a fin. Aunque es cierto que el ataque no está teniendo los fuegos artificiales que otros años nuestro equipo tiene mejor record que el año pasado en la semana 6 (el año pasado era de 4-2) pero una sensación de solidez defensiva que no habíamos tenido en los años que Pat Mahomes lleva en los Chiefs.
Quedan ahora 2 partidos divisionales consecutivos que son, y Andy Reid siempre lo ha dicho, totalmente imprescindibles.